En este nuevo intento, pretenden subvertir nuestra realidad social y sus logros, empleando un recurso tan gastado por sus filas como “mecanismo de disenso”. Este proceso revolucionario es indiscutiblemente vehículo de cohesión social, respeto a lo plural y manifestación palpable del diálogo entre las instituciones y los artistas: el respeto a la libertad de expresión con apego siempre a nuestros principios éticos y morales.
Supuestas huelgas de hambre, llamados a la violencia, convocatorias a irrespetar una institucionalidad acusada, en su nueva narrativa, de excluyente, burocrática, demagoga e irreflexiva son actos con los que no podríamos estar sino en el más franco desacuerdo.
Nuestra membresía, integrada por más de 11000 jóvenes sin distinción de sexo, color de la piel o condición social, es prueba de la voluntad de un gobierno revolucionario que involucra a todos en la tarea de edificar una nación mejor en todas sus dimensiones.
La Brigada de Instructores de Arte José Martí desde su quehacer cotidiano estimula el diálogo, el respeto a la creación artística y las libertades que de esta emanan, erigiendo puentes de proximidad a lo mejor del pensamiento y producción intelectuales de Cuba y el mundo.
Fortalecer a través de procesos formativos la capacidad para el discernimiento y el juicio estético, así como estimular la interacción activa con los códigos, símbolos y expresiones genuinas que ofrece nuestra cultura nacional, son la imagen de un proyecto donde la única limitante sería la inteligencia de aquellos que se autodefinen artistas capaces de concebir una obra digna, hacer todo lo contrario y exigir un reconocimiento social por ello.
La Brigada demuestra que la cultura no es guirnalda o burda herramienta para politizar, sino fuente de energía y experiencias que se aprehenden para que la personalidad lejos de estar adornada, resulte útil a la sociedad que queremos y construimos todos.
Fundarnos como una organización que no dicta qué se debe apreciar o dónde reconocer un arte único o verdadero nos vuelve interlocutores en un amplio e histórico diálogo nacional. Ello ha sido un principio inviolable a partir de precisos encargos y voluntad estatales sustentados en la confianza y el compromiso cedido a las nuevas generaciones.
Nuestra Revolución Cubana es inclusiva, justa y sabia.
En tal sentido, la Dirección Nacional de la Brigada de Instructores de Arte José Martí ratifica el apego invariable de toda su membresía a los principios de autodeterminación, soberanía y justicia social que fundamentan nuestra nación y nos hacen en cualquier batalla “Abanderados de la Cultura y el Humanismo”.
La Habana, a los 17 días del mes de diciembre de 2020.
Dirección Nacional del Brigada de Instructores de Arte.
