La XIV Bienal de La Habana, que desarrolla aquí su capítulo matancero, pretende sacudir a los creadores tras dos años en los que el mundo sufrió las consecuencias de la Covid-19, aseguró hoy una fuente del sector.
El artesano Luis Octavio Hernández, coordinador general del evento en esta ciudad, cabecera de la occidental provincia homónima, reconoció el apoyo de las instituciones locales para la celebración de esta cita, la cual cubrirá todo el mes de abril.
“La misión cultural de estos tiempos es despertar a la ciudadanía, a los creadores, el mundo pasó por un letargo por la situación de la pandemia, más de dos años que nos paralizó y la Bienal persigue sacudir para demostrar que estamos vivos”, enfatizó.
A tono con estos objetivos, abrió al público la muestra Mundo Forjado, la cual exhibe y conjuga obras elaboradas a partir de metales y chatarra del artista José Manuel Díaz Herrera, y audiovisuales y fotos del espeleólogo Esteban Grau.
La curaduría de la exhibición estuvo a cargo del diseñador Alexander Rodríguez Castellanos, y la exposición llama a preservar tanto el entorno como el patrimonio natural cubano.
El programa de este martes incluyó la inauguración del proyecto Los libros de Vigía: Ejemplares únicos, en la propia sede la editorial, y del espacio Dramaturgia Vital en la Casa de la Memoria Escénica.
La Bienal inició en Matanzas el 4 de abril, y mantuvo el nombre de la primera edición en esta localidad efectuada en 2019, Ríos Intermitentes, concebida en esta municipalidad atravesada por tres corrientes fluviales.
Esta segunda versión aboga por la restauración ecológica, y los participantes trabajan alrededor de la memoria histórica, el legado cultural matancero y su archivo botánico, indicaron los organizadores. (Tomado de PL)
