Las Fiestas guajiras, de los Bandos Rojo y Azul de Majagua, municipio de la provincia de Ciego de Ávila, recibieron este sábado la condición de Patrimonio Cultural de la Nación, por su arraigo y salvaguarda de las tradiciones campesinas.
Luego de celebrar un espectáculo músico-danzario entre ambos bandos, en el anfiteatro de la localidad, Sonia Virgen Pérez Mojena, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, entregó el lauro a la Dirección Municipal de Cultura y a los directores del Azul y el Rojo.
Esta localidad del suroeste avileño distingue en Cuba por preservar sus fiestas, que este 2020 cumplieron 91 años de creadas, y en las que se conjugan las manifestaciones de teatro, música, danza, literatura y artes plásticas.
Los Bandos Azul y Rojo son cuna de bailes guajiros, como El Gavilán, El Papalote, La Caringa, La Chismosa y El Zumbantorio, entre otros, que por sus contagiosos ritmos han visitado muchos escenarios nacionales y extranjeros mediante agrupaciones de aficionados locales como la agrupaciones XX Aniversario y las universitarias Telón Abierto, de Ciego de Ávila, y Maraguán, de Camagüey.
Surgidas en la primera mitad del siglo 20, estas celebraciones mantienen hasta nuestros días las tradiciones campesinas más genuinas de la isla; que tienen su máxima expresión cada año en el mes de noviembre con el enfrentamiento de ambas comparsas.
Aquí se fusiona la música y la danza en un verdadero espectáculo que cobra vida con los personajes emblemáticos de Pepe y Doña Joaquina, defensores de los colores azul y rojo, respectivamente.
Por su trascendencia y preservación de los valores de la campiña cubana, estos encuentros tradicionales son acreedores de la Distinción Ornofay, otorgada por el centro de patrimonio cultural en la provincia; y los Premios Nacionales Memoria Viva y Cultura Comunitaria.
Durante la semana de la cultura de Majagua, en la que se realizan los Bandos, también tiene lugar el Festival Provincial de Parrandas Arbelio de Armas Consuegra, encuentro entre poetas del territorio, que mantiene la vitalidad y difusión del Punto como manifestación representativa de los cubanos.
El municipio cuenta con agrupaciones parranderas, entre ellas Majagua, Limones Palmero, Lázaro López, Las Vueltas, Los Hoyos y la Parranda espirituana, que animan los campos con sus octosílabos, la guitarra, el tres, las claves, el bongó, el güiro, la marimba y el machete como instrumento musical.
Según testimonios de sus pobladores, desde mucho antes de la fundación del poblado, el dos de abril de 1906, en los asentamientos agrícolas aledaños ya se realizaban festejos parranderos que se extendían por varios días.
Majagua se prestigia, además, por tener entre sus hijos al poeta Gilfredo Boan Pina, creador del Festival de Parrandas y recopilador de tonadas y décimas de tradición oral con más de un siglo de existencia.
Su pueblo, principal protagonista de los Bandos, enseña al resto del país y al mundo cómo, desde una pequeña localidad, se puede hacer trascender lo más identitario de Cuba.
La condición de Patrimonio Cultural de la Nación la ostentan, además, el Punto Cubano, la Rumba, el Son y la Tumba Francesa.
Fuente: Agencia Cubana de Noticias
