El mambo parece volver a ponerse de moda: En La Habana existen dos restaurantes con el nombre de mambo y otros diversos negocios. Recién se estrenó en el Festival de Cine de La Habana el film Mambo Man dirigido por Edesio Alejandro bajo la firma de Tumi Music. Ahora se anuncia un espacio de televisión dedicado al mambo, idea del músico Arnaldo Rodríguez.
Películas dedicadas al mambo hay muchas desde la época del Dámaso Pérez Prado: Del can-can al mambo (1951), director Chano Urueta. Con los artistas: Joaquín Pardavé, Abel Salazar, Rosita Fornés, Rosario Gutiérrez.
Al son del mambo es una película musical mexicana dirigida por Chano Urueta. Fue estrenada en 1950 y protagonizada por Amalia Aguilar y Adalberto Martínez.
Locos por el mambo es una película dirigida por John Forte con Keri Russell, William Ash, Brian Cox, Rosaleen Linehan, Tim Loane Año: 2000; mientras que Los reyes del mambo tocan canciones de amor, es dirigida por Arne Glimcher con Antonio Banderas, Armand Assante, Maruschka Detmers, Cathy Moriarty. (2013).
Es también la segunda novela de Oscar Hijuelos y fue publicada en 1989. La novela ganó el Premio Pulitzer en 1989, fue elegido el libro del año por el New York Times convirtiéndose en el primer Hispano-Americano en obtenerlo, por lo que el volumen se convirtió en best seller. Sarah Meuleman plantea que el éxito de esta novela despertó el interés de las editoriales norteamericanas por la narrativa de escritores hispanos. La novela fue adaptada al cine en 1991 en la cinta Los reyes del mambo, y posteriormente en un musical del año 2005. Basado en la novela se filmó Los reyes del mambo, dirigida por Oscar Hijuelos.
Hace casi un cuarto de siglo Radamés Giro preguntó ¿Volverá el mambo a imponerse? Y la pregunta ya tiene respuesta. Sucede que el mambo es la música cubana, ese tumbao o montuno, ese estribillo sincopado que no muere, sino que se reproduce o fecunda.
Para este verano está anunciado un nuevo programa idea de Arnaldo Rodríguez titulado Mambo. En realidad, el mambo, unión del son y el danzón, está presente en casi toda la música, desde los finales de la década de 1930, cuando comenzó la fiebre, a partir de la composición Mambo de Orestes López, dentro de la Orquesta de Arcaño y sus maravillas.
A partir de entonces, se integran al mambo Israel López “Cachao” (hermano de Macho, Orestes López), Arsenio Rodríguez, Julio Cuevas, Bebo Valdés, René Hernández, El Niño Rivera. En el exterior: Mario Bauzá y Machito y Los Afrocuban y una pléyade de músicos provenientes de Cuba que eran como un Caballo de Troya de la música en los Estados Unidos. Por México Kiko Mendive, Dámaso Pérez Prado.
Ya desde la entrada de la orquesta Aragón a La Habana en 1955, se siente el mambo insertado con lo sonero y, más adelante, el chachachá. De ahí el triunfo de esta orquesta que venía con ese sabor telúrico del campo, con esa sabrosura callejera y esa excelencia musical glamorosa que los lleva a la cima de la música mundial y los coloca como la orquesta “charanga” más famosa y más importante del planeta.
Ya, en los tiempos más recientes, para el fin de siglo XX, aparece un genio, un loco sublime llamado José Luis Cortés, catalogado por los propios Juan Formell y Chucho Valdés, como un clásico de la música cubana del siglo XX.
Lo que hace José Luis Cortés con NG La Banda es magnificar el mambo, dentro de una fusión asombrosa, un verdadero potaje, al decir de Pedro Izquierdo “Pello el Afrokán”: Son, guaracha, mambo y rumba. Cuatro ritmos aderezados con otros géneros musicales de Cuba, el Caribe y el jazz-pop-rock. Un verdadero “funky” a lo cubano.
Escuche Murakamis mambo, La expresiva, La protesta de los chivos, El trágico, etc. (los tumbaos al piano le pertenecen a Rodolfo Argudín Justiz “Peruechín nieto). Otro genio de NG La Banda, junto al bajo de Feliciano Arango. Desde la época del Dámaso Pérez Prado no se escuchaba algo tan relacionado y renovador sobre el mambo.
Ofrecemos estos datos, solamente para que los que emprendan algunos programas de mambo, tanto en radio, TV, documentales y cine, tengan en cuenta que la historia es muy rica y, debemos escuchar a los mayores, como dice Adalberto Álvarez.
Fuente: Sitio de la UNEAC
