Con la conferencia del profesor y crítico de cine, Luciano Castillo Rodríguez, titulada: “El cine baila al compás del danzón”, inició este miércoles la segunda jornada del XII Festival Internacional Danzón Habana 2021, con sede en la sala Rubén Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
“Desde los tiempos fundacionales del nuevo cine cubano producido por el ICAIC, el danzón aparece una y otra vez”, expresó Castillo, quien destacó la fuerte presencia de este género musical en la provincia de Matanzas, donde se realizó la película Al compás de Cuba (1960), del cineasta italiano Mario Gallo —que si bien cuenta en la banda sonora con música del italiano Egisto Macchi—, registra en el contexto de imágenes y sonidos en la «Patria del danzón», su preeminencia, sin excluir la rumba y el bembé.
También como parte del programa de actividades, tuvo lugar la ponencia del profesor Rafael Morán Bennasar, quien se refirió a la importancia del Baqueteo en el Danzón, que “si bien es cierto que el baqueteo tuvo su origen al ejecutar el timbal en la contradanza cubana, también es cierto que alcanza su máxima importancia al ejecutar ese instrumento o las pailas -que es su descendencia cubana- en el danzón”, afirmó.
Otro estudioso del género, Rafael Lam, centró su ponencia en la obra del arreglista y compositor trinitario, Félix Reyna, en el centenario de este extraordinario músico, director orquestal y compositor; a quien reconocemos por su virtuosidad; en su fina manera de abordar el danzón y en su capacidad creativa, dejando para la posteridad piezas musicales que sobrepasaron fronteras.
El Festival Internacional Danzón Habana, en su décimo segunda edición, contó además en esta jornada con las ponencias de la investigadora Ada Oviedo: “El Danzón, 45 razones para celebrar”, y de la estudiante de musicología, Monserrat Escobio: “Darle vida al danzón”, enfocadas en rescatar la contemporaneidad de este género musical, considerado el baile nacional de Cuba.
Sobre el danzón y su influencia en la cultura cubana, versó la conferencia del Dr. Rolando Julio Rensoli, quien apuntó que “el danzón no fue nunca un baile exclusivo de negros y mulatos o de blancos, fue un baile de cubanos y caló tanto en todos los estratos de la sociedad que la aristocracia criolla sustituyó el importado vals –que sólo permaneció en las fiestas de quince y bodas y exclusivamente para el protocolar baile inicial- por el danzón del patio”.
“El danzón se bailaba en los liceos y sociedades culturales y de recreo, en los centros nocturnos, en las fiestas privadas y en los bailes de carnaval. Y rebasó las fronteras cubanas, al punto que, en el México de hoy, está tan vivo en muchos espacios, como en la Cuba de los años veinte del pasado siglo”, añadió.
El Danzón no debe pasar a ser folclor, sino debemos contextualizarlo como lo hace la nueva orquesta Faílde, y sostenerlo, modernizarlo, rememorar letras y música de antaño y crear nuevas. El danzón… es Cuba.
Fuente: Sitio de la UNEAC
