- Categoría: Noticias
- Read Time: 1 min
- Visto: 622
Dee Dee no quería llegar a la capital de la Isla del ritmo y solamente cantar. Entonces jugó sobre el escenario, embrujó al público con su mirada de niña traviesa de 67 años, improvisó sonidos de otro mundo, simuló ser un instrumento de viento, bailó un poco raro, a ratos se sentó a descansar mientras sus músicos tocabana solos abrumadores y gustó de reírse; no sé si por sentirse feliz o por burlarse de ella misma, como quien basta apenas de sí mismo para divertirse pero tiene a miles de personas expectantes.
Bridgewater fue un sol en la noche. Alumbró a todos con su vestido de brillo dorado, su desparpajo y su música.
Bridgewater fue un sol en la noche. Alumbró a todos con su vestido de brillo dorado, su desparpajo y su música.